domingo, 23 de octubre de 2011


Nadie lo nota, pero lo extrañás. Nadie te entiende, Pero lo amás. Y te ignora, Igual que vos a el. ¿Y te extraña? ¿Y te ama? No lo sabés y te convencés de que no te interesa. No mientas, nunca te salió bien. Te duele y no podés soportarlo. Te sentís culpable. te hacés cargo. Te odias. Porque es TU culpa no poder superarlo. Tener la responsabilidad te excede. No podés, no siempre podés. Esta vez la intransigencia que profesás te lastima, pero te es imposible cambiar de parecer. ¿Notaste cómo se aísla con tu presencia? El también siente culpa. Tenés ganas de abrazarlo. Necesitás decirle que fue un imbécil. Querés llamarlo. Intentás no mirarlo para evitar el llanto. Todavía lo encontrás inexplicable. Resignate. Jamás encontrarás la explicación.  Correte de ése lugar, aunque te sea imposible. Querelo en silencio, aunque no te alcance. Y no hables más, a nadie le importa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario